El organizador fue de los primeros que cayó

16 de julio del 2021

Cañete fue recapturado a horas de la fuga en el baúl de un auto.

Cuando todos daban como cabecilla al Morocho Mansilla, que sigue prófugo, se determinó que Sergio Cañete armó el escape. 

Al tiempo que se imputó a Alejandro Candia, el quinto recapturado de la fuga del penal de Piñero el 27 de junio pasado; el fiscal Matías Edery reveló que el interno Sergio Cañete –uno de los primeros capturados– fue quien organizó la evasión. Según indicó, la investigación de la Agencia de Criminalidad Organizada tiene escuchas que dan cuenta que el hombre condenado por hechos de robo (y recapturado dentro del baúl de un auto) mantuvo comunicaciones con personas de afuera del penal, algunas ya imputadas por colaborar, a quienes además les dijo que tenía el aval del delegado del pabellón, Claudio «Morocho» Mansilla, quien sigue prófugo. Tanto él como otros dos evadidos siguen siendo buscados, y se intenta dar con otras dos personas que favorecieron el escape. Para Edery fue un hecho «casi cinematográfico».

Candia fue imputado ayer por el delito de «evasión agravada por el uso de arma de fuego». También se acusó por encubrimiento a Elisabeth A. y Ángel Ojeda, quienes estaban con él en el domicilio de Presidente Quintana al 2000, donde fue detenido el lunes. El otro imputado fue Franco Cantero, también arrestado ese día en otro procedimiento, como parte del grupo de colaboradores externos que ingresó con armas al penal. En tanto, nuevos cargos (por favorecimiento) recayeron sobre Rodrigo Gramajo y Elisabeth Alvarez (que conducía el Honda Civic, desde el que se arrojaron clavos miguelitos), quienes fueron arrestados durante la captura de Cañete y Joel Rojas. El juez Nicolás Foppiani ordenó prisión preventiva para todos; excepto a Elisabeth A., quien quedó en libertad con reglas de conducta.

Según indicó el fiscal Franco Carbone, se endilgaron responsabilidades a las personas que ingresaron al lugar y «todos se abstuvieron de declarar». Los colaboradores Cantero y Gramajo, junto Walter Soraire -fallecido en el lugar- y otra persona, llegaron al lugar en un Peugeot 3008, «vistiendo pasamontañas, capuchas, y al menos una máscara con la cara de un mono». Los tres descendieron y perforaron el cerco perimetral. Además, portaban cinco armas (cuatro pistolas y una ametralladora FMK3) con las que «comenzaron a disparar contra dos penitenciarios de las garitas de seguridad», reza la imputación. «A medida que el grupo armado irrumpía y se tiroteaba con los gariteros, los internos perforaron otro cerco, arrojaron elementos hacia los centinelas, y al menos dos de ellos tomaron armas de las personas que entraron, y repelieron el accionar de los penitenciarios», detalló Carbone.  

Por su parte, Edery se refirió a la planificación. «A partir de los teléfonos secuestrados a Gramajo y Cantero, dentro de los dos autos mencionados, vinculamos que ellos hablaron mucho con una persona que estaba dentro del penal. A partir de la voz y otras cuestiones, pudimos deducir que se trataba de Cañete, y empezamos a ver de qué manera, con este grupo de al menos seis personas, empezaron a organizar la dinámica: buscar los autos, las armas, los horarios, el momento del ingreso; incluso hay un audio muy elocuente en el que Cantero le dice: ‘Ya estamos adentro, ya estamos adentro’, y se escuchan los tiros», refirió. 

Edery agregó que en uno de los mensajes de Cañete al grupo externo, éste les dijo: «Yo cuento con el aval del uno», quien para los fiscales es Mansilla. «No solo era el delegado, sino la persona más importante del pabellón, quien se habría plegado a la fuga, y permanece prófugo», dijo. Ante ello, para los fiscales, «por la prueba objetiva, no cabe duda que la fuga la organizó Cañete y gente vinculada a él, incluso sentimentalmente, que está siendo buscada». Por lo que entienden que «Mansilla se pliega y da el aval, como la persona más fuerte, como el jefe (del pabellón), y se une a esto».  

El fiscal agregó que los hechos por los que está sentenciado Cañete, a 19 años de prisión, tienen ribetes similares a los que se dieron en la fuga: «Tiene condena por robos de bancos en los que usaban muñecos, pelucas (incluso personas que simulaban problemas de movilidad); una planificación que da mucho con la escenificación y escenografía que se dio en esta fuga, que es casi cinematográfica», dijo.

En la causa continúan prófugos tres de los evadidos, que están siendo buscados, incluso por Interpol; y Edery dijo ayer que aún queda dar con otras dos personas que participaron de la planificación desde afuera. Uno de ellos, se apoda «Wachín», dijo. 

Fuente:Rosario12.com.ar